24 abr 2012

Egoísta

¿No me estás escuchando, no?
   
   Necesito que lo hagas, que me mires a los ojos cuando te hablo y que trates de comprender, aunque te parezca poco loable, las palabras que no estás saliendo de mi boca, porque son las más importantes.


   Necesito que me respondas cada tanto con una afirmación o una negación para saber que me estás siguiendo, que no hablo con los muebles. Que me interrumpas con un chiste cuando ves que se me humedecen los ojos. Que me abraces cuando me río nerviosa a carcajadas.


   Necesito que dejes de mirar el reloj. Que no me contestes con lo que te estoy diciendo, porque quiero oír palabras nuevas, palabras que no conozco.


   Necesito que me enseñes, y si no tenés nada para enseñarme, que te sientas libre de inventar. Es que no es el qué, sino el cómo y cuándo.


   Necesito que con un simple gesto o mirada te des cuenta que quiero que me preguntes si estoy bien. Y que me insistas una y mil veces cuando te conteste que si. Que me escuches cuando lloro a escondidas por más que nos separen tres puertas y quinientos kilómetro. Que me invites a dormir a tu cama y me arropes cuando me destape.

   Necesito que me hables de vos, que me cuentes tus miedos, tus amores, tus tristezas, tus alegrías y tus derrotas. Que me dejes buscarte aunque te escondas atrás de un témpano gigante de hielo. Encontrarte para conocerte.


   Necesito que me llames con cualquier excusa con tal de escuchar mi voz. Es que quiero que sólo con mi voz descubras mi estado de ánimo.


   Necesito que me sorprendas. Que me esperes sentada en las escaleras del edificio con el bolso en la mano. 
   Que me digas que por más que lo haya intentado, no me dejaste alejarte de mí. Y que puedo seguir tratando toda la vida aunque el fracaso sea inminente.


   Necesito tantas cosas que parezco una nena caprichosa y egoísta pidiéndote una bicicleta. Pero, ¿Es que vos no estás para eso?


   Necesito que me extrañes.

No hay comentarios: