18 may 2012

Un Año

                                                                                                                            
                                                                                                                                                                         16/05/2012

  Esa noche, hace exactamente un año, el médico de guardia del Hospital Italiano nos ponía al tanto de la situación: "Dejó de sufrir" dijo.

  Entonces ese cielo azul que habías pintado en nuestras vidas se tornó gris y sombrío. Me costó mucho entenderlo. No podía. No quería.
  Es muy duro aceptar la ausencia de quienes amamos. Uno comienza a hurgar en la mente en busca de algún indicio  que nos confirme que no es posible, que no se han ido.

  Todavía sigo emprendida en esa agotadora búsqueda utópica. Tratando de encontrar respuestas que nunca existieron y no van a existir.

  Sabemos bien que conservaste tu esperanza y tus ganas de vivir hasta el final. También lo hicimos nosotros, aunque no hayamos sabido demostrarlo (o por lo menos yo). 
  Porque mientras la vida se te escurría como la arena de un antiguo reloj, ese corazón que se apagaba comenzaba a soñar con el dulce latir de una nueva vida. Eso llenó de amor tus últimos recuerdos.

  La música y el arte se fueron detrás tuyo. No querían quedarse. Se durmieron en tu pecho y ahí se quedarán para siempre.
  También tus obras en tanto (o tan pocos) años de fiel servicio. El cariño, los amigos recogidos a lo largo del camino. Todo se fué con vos. Y está bien, no quiero que estés sola. Sé que no te gusta.

  Así como tu casa era mi casa, mis sueños son tu realidad. Ahí es donde puedo encontrarte siempre que te necesite. Siempre que esté buscando una palabra justa o solo oír esa risa estrepitosa que te salía cada vez que intentabas hacerme reír a mi. Siempre lo lograste en el primer intento.

  Sé que esta carta no va a llegar nunca a tus manos.
  Quizás hasta quede agonizando en algún rincón oscuro del cajón de mi mesa de luz. Que ironía, ¿No?
  Simplemente pretende arrancar del olvido esos años tan hermosos. Toda una vida, tu vida. Líneas que sólo buscan evocarte, para no perder la costumbre.

  Quiero que sepas que pese al tiempo que pasó, no solo te tengo presente, sino que sigo siendo esa misma nena que conociste en aquella salita de cinco del Colegio La Anunciata y con la que creciste hasta tus veinte años.
  Siempre te preocupaste por que así sea. No lo hagas más.

  Te extraño, te necesito, te amo. 


  Tu Paisa



No hay comentarios: